Bajo el Sol Naciente (2011)

De la contraportada del libro:

"Lo dicen todos los libros de historia: la humanidad ha sido la primera especie inteligente que ha habido en nuestro planeta. pero los libros de historia mienten o, al menos, están llenos de silencios misericordiosos.

Marzo de 1932. El joven e inexperto emperador Hirohito no ha sido capaz de frenar a los altos mandos del ejército, que se ha lanzado a una carrera por aumentar los dominios del imperio. Pero tras la rápida y despiadada conquista de Manchuria, apenas finalizada unas semanas atrás, el mundo ha puesto sus ojos en Japón y ha amenazado con imponer severas sanciones económicas al Imperio del Sol Naciente. Atrapado entre la espada y la pared, Japón busca una justificación que legitime sus conquistas.

En las últimas semanas, de manera inesperada, el gobierno se ha topado con una posible justificación para sus invasiones. En una pequeña isla del mar Amarillo conocida como Yusa, frente a las costas de Manchuria, se han descubierto restos de vasijas e ídolos que parecen proceder de principios del período Jomon (14.000 a.C.), es decir, que hay pruebas de la presencia de japoneses en la zona hace más de diez mil años. ¿Es posible que las costas de Corea y Manchuria fueran, miles de años atrás, habitadas por japoneses? Iwao Seiichi, el ambicioso arqueólogo de la Universidad Koyasan, descubridor de este fabuloso yacimiento, cree que fue así, y que chinos y coreanos no son más que una rama perdida del pueblo japonés, lo que justificaría las injerencias imperiales en la zona. Desgraciadamente, el profesor Iwao y sus ayudantes desaparecieron sin dejar rastro hace dos semanas, quedando los trabajos arqueológicos totalmente paralizados."

From the back of the book:

"All the history books say it: humanity is the first intelligent species that has been on our planet. But the history books lie or, at least, are full of merciful silence.

March 1932. The young and inexperienced Emperor Hirohito has not been able to curb the high command of the army, which has embarked on a race to increase the dominions of the empire. But after the rapid and ruthless conquest of Manchuria, just finished a few weeks ago, the world has its eyes on Japan and has threatened to impose severe economic sanctions on the Empire of the Rising Sun. Caught between a rock and a hard place, Japan seeks a justification to legitimize their conquests.

In recent weeks, unexpectedly, the government has come up with a possible justification for their invasion. On a Yellow Sea small island known as Yusa, off the coast of Manchuria, were discovered remains of pots and idols that appear to come from the early Jomon period (14,000 BC), ie no evidence of the presence of Japanese in the area for over ten thousand years. Is it possible that the coasts of Korea and Manchuria were thousands of years ago, inhabited by Japanese? Iwao Seiichi, the ambitious Koyasan University archaeologist who discovered this fabulous site, thinks so, and that Chinese and Koreans are not lost more than a branch of the Japanese people, justifying imperial interference in the area. Unfortunately, Professor Iwao and his assistants disappeared without trace two weeks ago, being totally paralyzed archaeological work."